HIC NOSTER LOCUS PUGNARE EST

domingo, 5 de septiembre de 2010

POR UN SINDICATO DE LOS ESCRITORES

La Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA), surgió en 2001 como necesidad de un numeroso grupo de escritoras/es (...) de encontrar una organización que realmente nos representara y sus primeros objetivos fueron recuperar la memoria y reivindicar a las escritoras y escritores de las últimas generaciones argentinas, ésos que muchas veces pagaron con su vida (o con la persecución y el ostracismo) el costo de su elección estética, política y existencial y construir y fortalecer una entidad gremial de los escritores, para lo que se impulsaron planes de lectura, se armó en la sede la Biblioteca Graciela Cabral, se editaron los volúmenes Palabra Viva y se motorizó (y motoriza) la Pensión para el Escritor. Hasta el año 2008, junto con estas iniciativas, la SEA también tuvo actitudes solidarias otros trabajadores de la cultura, como en el caso del Teatro Colón, los talleres culturales que quiso cerrar el Gobierno de la Ciudad o la represión a docentes en Neuquén. Estas acciones de apoyo (aunque extremadamente tibias, casi siempre en forma de declaraciones) parecían indicar una intención de la SEA de pensar a los escritores como trabajadores de la cultura, pero poco a poco, esa línea de intervención se fue diluyendo. Nuestra intención es, entonces, retomarla y profundizarla.
Nos parece incomprensible que la SEA haya dejado de acompañar las iniciativas y conflictos de otros trabajadores de la cultura, como la apertura de la universidad popular en la fábrica recuperada IMPA, las diversas luchas que se dieron en el marco de Educación de Ciudad desde el affaire Ciro James o el conflicto del diario Crítica. En cada uno de estos casos le hicimos llegar nuestra inquietud a la Comisión Directiva, pero no obtuvimos respuesta. Cuando, buscando otro camino, preguntamos de qué manera podíamos participar activamente en la vida político-gremial de la SEA, nos dijeron que pasáramos alguna tarde por la sede. Pero ahí no había mucho para hacer más que pagar la cuota.
Queremos aclarar que no desmerecemos las iniciativas que viene llevando adelante la SEA (de hecho nos llena de orgullo pertenecer a una organización que lleva adelante iniciativas como Palabra Viva o la Pensión para los Escritores) pero creemos que para cumplir realmente aquellos objetivos fundacionales - fortalecer una entidad gremial de los escritores y recuperar la memoria- es necesario, retomando la tradición tipos como Hector Agosti, Raúl Larra, Liborio Justo, Luís Franco y más acá Haroldo Conti, Humberto Constantini, Rodolfo Walsh, Mario Kordon, José Luis Mangieri, Paco Urondo y tantos otros, reconocernos como trabajadores y unir nuestras tareas con los de los demás trabajadores (de la cultura, primero, y trabajadores en general, después) para que la SEA vaya siendo, cada día menos una Sociedad y más el Sindicato de los Escritores de Argentina.
Convocamos a los escritores argentinos, entonces, a construir la Corriente Haroldo Conti, tanto dentro como fuera de la SEA, y dar juntos la pelea para que volvamos a pensarnos como miembros de una clase, la que los hombres y mujeres que producen, acentuando lo que singulariza nuestra tarea y también lo que tenemos en común con los demás trabajadores, para desde ese lugar de pertenencia, buscar las alternativas a un sistema que ya no tiene respuestas.


Buenos Aires, septiembre de 2010

1 comentario:

  1. A mi entender esperabamos una jubilación para los escritores, no una regalía o un premio.
    La jubilación sería el reconocimiento al escritor como trabajador. En este sentido la SEA aceptó que termine siendo un reconocimiento al permitir que se cambie el ya tibio concepto de pensión del escritor y si... tal vez algunos elegidos se crean casados con la literatura y otros más audaces con el mundo editorial.
    Lo que me genera fastidio es que si a reconocimientos nos referimos, el Premio Municipal de la Ciudad no se paga, ni se entrega ¿hace cuanto?

    ResponderEliminar